En La Werhmacht se retira, obra que aborda el crucial año de 1943, Robert Citino analiza los estados de ánimo de la oficialidad alemana durante la batalla de Kursk basándose en la tradición prusiana.

El el capítulo dedicado a la batalla de Kursk afirma: «Dada la situación general tanto en el Frente del Este como en el Oeste de Europa, la decisión de Hitler de cancelar la Operación Zitadelle fue una opción razonable que también tiene sentido si la vemos a través del prisma de la cultura militar tradicional alemana. Lo que sucedió en Kursk no debió sorprender a ninguno de los componentes del escalafón de mando. Todos los oficiales alemanes sabían que una ofensiva iniciada bajo las condiciones de una Stellungkrieg quemaría enormes cantidades de tiempo y energía, destruiría montañas de equipo y generaría una cifra de bajas propias inaceptablemente alta. Los oficiales de estado mayor habían aprendido estas lecciones en la Kriegsakademie cuando eran jóvenes y una vida de ejercicios, maniobras y juegos de guerra había hecho que estuvieran interiorizadas en la cabeza de los comandantes de campo.
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