El Panther fue, sin duda, el mejor carro de combate polivalente que tuvieron los alemanes durante los dos últimos años de la guerra –un equilibrio muy afortunado entre las cualidades contradictorias exigidas a un carro de combate: potencia de fuego, un grueso blindaje en los lugares adecuados, una velocidad relativamente alta, una autonomía operativa aceptable y fiabilidad mecánica –a pesar de sufrir múltiples problemas en sus inicios. El 1.er Batallón de cada regimiento panzer debía estar equipado con el Panther, pero no siempre fue así. Eso implicó que el Panther fue desplegado en sólo siete de los diez regimientos panzer presentes en Normandía y, aun así, rara vez con la fuerza teórica de 17 por compañía, o de 22 en junio para el 2.º Regimiento Panzer de las SS.
Podría atribuirse un origen común al Panther y al Tiger en la medida en que proyectos de investigación para un carro de combate pesado emprendidos en 1937 por Henschel, Porsche, Daimler-Benz y MAN deberían haber dado lugar al Panther y no al Tiger. Sin embargo, el concepto del Panther nació en el verano de 1941, cuando los alemanes se enfrentaron a un recién llegado a las estepas de Rusia –el T-34. A instancias de Guderian, se envió una comisión al Frente Oriental a finales del año para examinar el nuevo carro de combate soviético; tras lo cual, Daimler-Benz y MAN quedaron encargadas cada una del diseño de un equivalente. Las especificaciones eran un carro de combate de 30 toneladas con un cañón de 75 mm, una velocidad máxima de 60 km/h y un blindaje frontal de 60 a 100 mm de espesor.