Defensa de Dien Bien Phu. La Guerra Moderna

Los franceses se quedaron atónitos. Consideraban que Gabrielle era la más poderosa de todas sus fortificaciones de Dien Bien Phu. El coronel Piroth, el confiado jefe manco de la artillería, no podía creer lo que había ocurrido en las 48 horas anteriores. Sus dotaciones habían sufrido terribles pérdidas en sus emplazamientos artilleros abiertos. Había perdido dos de sus obuses de 105 mm, una cuarta parte de sus obuses de 155 mm y un tercio de sus morteros de 120 mm a manos de la artillería del Ejército Popular vietnamita, y había disparado más del 25 por ciento de sus existencias de munición de 105 mm.

Por lo que podía ver, sus artilleros solo habían provocado daños insignificantes en la artillería del Viet Minh. Cayó presa de la desesperación y fue de un puesto de mando a otro bajo un intenso fuego para disculparse por su fracaso. Con lágrimas en los ojos, decía: «Estoy completamente deshonrado. Había dado garantías… de que la artillería enemiga no podría tocarnos y ahora vamos a perder la batalla. Tengo que irme». Más tarde, Piroth entró en su refugio y se tumbó en su catre. Tiró de la anilla de una granada de mano con los dientes, se llevó la carga explosiva al pecho y se suicidó.

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