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Rommel había pasado la noche dando tumbos por una pista rocosa del desierto en un coche de estado mayor y desconocía que la falta de combustible había puesto al DAK de rodillas en la mañana del 6 de abril. La columna de Olbrich se hallaba inmovilizada en las proximidades de Msus y solicitó 50.000 litros de combustible para poder continuar. La columna de Streich se encontraba entre Ben Gania y Tengeder, y estaba parcialmente inmovilizada. Rommel sugirió a Olbrich y Streich que transfiriesen combustible de los camiones con sifón para mantener sus carros de combate en movimiento. Una cosa es segura: Rommel nunca tuvo que extraer gasolina con sifón para mantener su vehículo en movimiento. Hace décadas, tuve que sacar combustible con mi sección de carros de combate a fin de poder mantener algunos vehículos en movimiento, después de que los vehículos de repostaje no apareciesen durante una fuerte tormenta de invierno, y puedo atestiguar que es una experiencia horrible para los carristas. Después de 30 minutos de esfuerzo, apenas habíamos transferido unos pocos galones y la mitad de los miembros de mi sección vomitaban por haber ingerido gasóleo. Como respuesta a las peticiones urgentes de combustible de su comandante, Rommel consiguió que la Luftwaffe enviase cinco aviones de transporte Ju 52 con fuel a un punto de reunión situado al suroeste de Mechili, pero eso no fue más que una gota en un vaso.