Batalla de los Abrojos o Pernambuco, 1631. EL LEÓN CONTRA LA JAURÍA. Vol. I Agustín Rodríguez

Siguiendo de nuevo la táctica tradicional española, el insignia de Pater embistió a la capitana de Oquendo, buscando el abordaje. El choque fue muy duro, metiendo su bauprés entre los palos mayor y mesana del «Santiago», que aprovechando el impulso del choque y maniobrando con el timón y el velamen, según dispuso Oquendo, giró enlazado con el «Prins Willem», con lo que el español quedaba ahora a barlovento, así el humo del combate iría en dirección a los holandeses, perjudicándolos notoriamente. Pero el costado libre del español fue atacado inmediatamente por otro de los grandes buques holandeses, ahora el «Provintie Utrech», iniciándose así el duro combate.

Pero y como era de esperar en la época, dada la maestría española en tal tipo de combate, los trozos de abordaje holandeses fueron repelidos por el fuego del galeón español, tanto de artillería como de mosquetería y arcabucería, pues ésta era su táctica tradicional en combate y su principal superioridad sobre enemigos de cualquier clase. Es más: un destacamento de la dotación del «Santiago», al mando del capitán Don Juan Costillo, logró aferrar un fuerte cable a la mesana del insignia holandés, para evitar que se desasiera.

QUIERO EL LIBRO

Publicado en El león contra la jauría | Etiquetado , , , , , , | Deja un comentario

Combustible para el Afrikakorps. BLINDADOS EN EL DESIERTO

Rommel había pasado la noche dando tumbos por una pista rocosa del desierto en un coche de estado mayor y desconocía que la falta de combustible había puesto al DAK de rodillas en la mañana del 6 de abril. La columna de Olbrich se hallaba inmovilizada en las proximidades de Msus y solicitó 50.000 litros de combustible para poder continuar. La columna de Streich se encontraba entre Ben Gania y Tengeder, y estaba parcialmente inmovilizada. Rommel sugirió a Olbrich y Streich que transfiriesen combustible de los camiones con sifón para mantener sus carros de combate en movimiento. Una cosa es segura: Rommel nunca tuvo que extraer gasolina con sifón para mantener su vehículo en movimiento. Hace décadas, tuve que sacar combustible con mi sección de carros de combate a fin de poder mantener algunos vehículos en movimiento, después de que los vehículos de repostaje no apareciesen durante una fuerte tormenta de invierno, y puedo atestiguar que es una experiencia horrible para los carristas. Después de 30 minutos de esfuerzo, apenas habíamos transferido unos pocos galones y la mitad de los miembros de mi sección vomitaban por haber ingerido gasóleo. Como respuesta a las peticiones urgentes de combustible de su comandante, Rommel consiguió que la Luftwaffe enviase cinco aviones de transporte Ju 52 con fuel a un punto de reunión situado al suroeste de Mechili, pero eso no fue más que una gota en un vaso.

QUIERO EL LIBRO

Publicado en Blindados en el Desierto | Etiquetado , , , , , , | Deja un comentario

T-34 Capturados. TIGRES EN EL BARRO. Otto Carius

Hubo otro incidente desagradable con dos T-34 rusos capturados. Los dos blindados «alemanes» habían estado asegurando la zona y regresaron cuando estaba oscureciendo. Nuestras unidades contracarro, sin tener idea alguna de que había tripulaciones alemanas dentro de los carros, los dejaron fuera de combate: la Cruz Balcánica pintada sobre ellos no era ya reconocible al anochecer. De ahí en adelante fue imposible que ninguno de nuestros hombres se montara en un carro capturado.

Por otro lado, tuvimos muchos problemas con los cazas rusos, que pasaban dando bandazos sobre nosotros casi sin descanso. Esa es, en verdad, la única forma de describir su forma de volar. Mi artillero, el Unteroffizier Kramer, puede recibir crédito por algo seguramente inédito en todo el Frente Oriental: derribar un caza ruso con el cañón del carro. Obviamente, la suerte estuvo de su lado. Así ocurrió: Kramer, molesto por la implacable pesadez de aquellos tipos, elevó el cañón hacia la ruta por la que se aproximaban. Yo lo convencí, y él decidió arriesgarse y disparar. En el segundo intento, alcanzó a una de las «abejas» en las alas y el avión ruso se estrelló detrás de nosotros.

QUIERO EL LIBRO

Publicado en Tigres en el Barro | Etiquetado , , , , | Deja un comentario

Un cámara graba el combate en el Puesto de Observación Reaper. PUESTOS AVANZADOS

Law no sabía si los talibanes de Kamusari conocían la existencia del Puesto de Observación Reaper y decidió avanzar hacia el lecho del arroyo y entrar en el puesto desde el sur. Tras entrar apresuradamente en la posición, los hombres de Law tomaron posiciones defensivas y aguardaron acontecimientos.

En el interior de la sala oeste, los soldados, aviadores y marinos escudriñaban sus sectores en busca de cualquier señal de ataque. A medida que aumentaba su ansiedad, Lee dijo a los demás en la sala: «No van a hacer nada. Es imposible. No va a pasar nada». Nada más pronunciar las últimas palabras comenzaron a impactar las balas enemigas contra los muros del PO Reaper. «Fue muy gracioso, tan pronto como dijo “No va a pasar nada” empezaron a dispararnos», declaró Pearl. Al principio, el puesto sólo recibió disparos esporádicos, pero pronto se intensificó con fuego procedente de Kamusari, Joy Gange y el lecho del arroyo. «Rápidamente escaló más allá de cualquier cosa que hubiese experimentado», declaró Pearl. «La intensidad de las ráfagas, la proximidad de los RPG, la precisión –todo eso empezó a sacarme cada vez más de mi zona de confort. Adopté una posición defensiva para asegurarme de que no me alcanzaba ningún proyectil», señaló Pearl. «Así que cogí la cámara y me puse manos a la obra.

QUIERO EL LIBRO

Publicado en Puestos Avanzados | Etiquetado , , , | Deja un comentario

El HMS Aurora destruye 7 carros de combate alemanes en Salerno

A lo largo de los siguientes días el Aurora llevó a cabo nada menos que 26 bombardeos sobre las posiciones tedescas en la zona de Salerno, siendo uno de los buques más activos del dispositivo aliado.  El día 16 de septiembre tuvo lugar el bombardeo más eficaz o, cuanto menos, el más vistoso, de todos los llevados a cabo por este buque en la batalla por la cabeza de puente de Salerno. Seguramente se dieron ambas cosas. Dadas las escasas distancias existentes con respecto a la zona a batir, desde el Aurora se pudo divisar con toda claridad una columna de vehículos blindados alemanes que se dirigían a toda velocidad hacia la zona de desembarco.69 Manos a la obra, el crucero destruyó en cuestión de pocos minutos un mínimo de siete de esos carros, generando el consiguiente desconcierto entre sus tropas, que se retiraron con muchas bajas, sorteando los cráteres generados por esos impactos. De esta guisa, el ataque de los alemanes en ese sector del frente quedó desbaratado. ¡Quién se lo iba a decir a los apuntadores del crucero! ¡Quién podía llegar a imaginarse que cambiarían los buques enemigos divisados en alta mar por esos diminutos –para sus estándares- vehículos blindados que avanzaban raudos en plena batalla terrestre!

Aunque algunos de los marineros más veteranos del crucero les contaron a los novatos que en Narvik ya se habían vivido situaciones similares, eso no deja de ser algo poco frecuente para un buque de guerra. La acción protagonizada por el Aurora fue de lo más trascendente, porque esa columna era parte integrante de la última gran tentativa de romper las líneas aliadas llevada a cabo por la Wehrmacht en la zona de Salerno.

QUIERO EL LIBRO

Publicado en HMS Aurora | Etiquetado , , , , , | Deja un comentario