El Panzer VI Tiger en el verano de 1943. KURSK 1943. Roman Töppel

El Tiger fue construido en su mayor parte con planchas perpendiculares. Parecía una caja. Pero las tripulaciones aprendieron rápido a apreciar las ventajas que ello conllevaba: el blindaje frontal era de entre 10 y 12 cm y en el verano de 1943 era capaz de oponer resistencia a casi todos los carros y cañones contracarro soviéticos. Las secciones laterales de la torreta y la parte alta del chasis contaban con un blindaje de 8 cm y brindaban buena protección frente a los cañones F-34 de 7,6 cm que montaban los T-34. Un informe del consejo de tropas blindadas y mecanizadas del Ejército Rojo fechado el 4 de mayo de 1943 daba cuenta de los resultados obtenidos en unas pruebas de disparo que se habían realizado sobre un Tiger capturado:

«Un disparo realizado con un cañón F-34 de 76 mm sobre el lateral blindado de 82 mm de un Panzer T-VI [Tiger] desde una distancia de 200 metros, ha demostrado que el proyectil perforante de este cañón es demasiado débil, y que al impactar sobre el Tiger no logra su cometido porque no penetra el blindaje». Sólo con proyectiles especiales de calibre reducido o disparando desde distancias muy cortas en las que el proyectil impactase en un ángulo favorable, podía el cañón del T-34 atravesar el blindaje lateral del Tiger. El mismo informe recogía que, por el contrario, el cañón de 8,8 cm del Tiger era capaz de penetrar las zonas más blindadas del frontal del T-34 desde una distancia de 1.500 metros. En el verano de 1943, el cañón de 8,8 cm del Tiger era capaz de destruir cualquier carro de combate enemigo desde una gran distancia.

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