
El teniente Dietz durante el avance a Abbeville: «El 22 de mayo a las 05.00 horas, los panzer vuelven a ponerse en marcha. No hay lugar para el descanso: ¡adelante – ataque por sorpresa – ruptura – persecución y destrucción! ¡Poner toda la carne en el asador, sin guardar un ápice de reservas! Ésas son las consignas en esta guerra rápida de movimientos. Los logros de los hombres son sobrehumanos.
Intrépidos y tenaces en la batalla, dedican cada minuto libre al cuidado y mantenimiento de sus camaradas de acero, a los que sus tripulaciones están ligadas hasta la muerte y la destrucción. Se pueden contar con los dedos de una mano las horas que la suave mano de Morfeo les cierra los ojos, hinchados por el polvo y la deslumbrante luz del sol. El avance hacia el objetivo del día, Boulogne, prosigue a través de Rue, Waben y Étaples».