La Batalla de Nordlingen – 6 de septiembre de 1634

El cuartel general Católico había sido informado de la llegada del enemigo a eso de las 16:00 horas. Cerbellón decidió enviar 500 mosqueteros para reforzar la línea de la colina. Éstos ocuparon el Heselberg, siendo su llegada lo que detuvo a Bernardo.

Batallas Guerra 30 Años - Guthrie - Platea 01

Como era habitual, Horn se movía despacio y de forma cauta. Los suecos se quejaron de la llovizna y la humedad, y del difícil acarreo de los cañones y las colisiones entre carromatos en el estrecho camino. El apresuramiento de Bernardo no había dejado más que despojos y confusión en su estela. Cuando Horn comenzó a desplegarse eran las 22:00 horas, más de seis horas de retraso con respecto a Bernardo, y no fue hasta pasada la medianoche cuando sus hombres llegaron al Heselberg. A los 500 mosqueteros españoles se les habían unido dragones procedentes de los puestos avanzados, así que los defensores sumaban entonces entre 600 y 800 hombres. Horn tenía varios miles de infantes, aunque se vieron dificultados por la oscuridad y la confusión. Con un «valor extremo», los españoles resistieron durante dos horas y luego efectuaron una retirada ordenada hasta el Allbuch, ganándose por su desempeño la admiración de amigos y enemigos. Hay quien considera esta pequeña acción el momento decisivo de la batalla.

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Barbarroja, 22 de junio de 1941 – El cruce a Sokal

A las 03:15 horas ya se vislumbra la tenue tonalidad rojiza del sol que despunta; pero si algo de romántico tiene la situación, esta se torna en dantesca al instante siguiente. A los pocos segundos el estruendo sobrecogedor de cientos de baterías de obuses y morteros marcan el inicio de la invasión de la Unión Soviética en el teatro de operaciones de Ucrania.

Barbarroja 3.0 Platea 1

En medio de este panorama de fuego y devastación, las tropas de los regimientos de la 57 I. D. abordan sus pequeños botes de goma. Enfrente de ellos, Sokal. La torre de la iglesia está tan cerca que parece que se pueda coger con la mano. Seis hombres por embarcación reman hacia la orilla opuesta. En los rostros se refleja el miedo a ser sorprendidos en una posición tan vulnerable, como el hecho de encontrarse remando en la mitad de un río.

No tienen defensa alguna. Reman como autómatas… No hay cansancio… Todos imaginan que en el próximo segundo desde la orilla opuesta empezarán a destellear fogonazos verdes y anaranjados por doquier, que no serán sino el fuego de respuesta de los regimientos fronterizos enemigos. Es indudablemente la muerte segura… Solo hay un cosa que hacer: ¡Remar! A cada instante que se sucede, cada soldado, suboficial y oficial a bordo de las embarcaciones tiene una posibilidad más de llegar a la orilla opuesta y vivir…

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Panzer Meyer y los duros combates por Caen

Durante la tarde el enemigo tomó Gruchy. Tras un largo y sangriento combate la 16 Compañía de Zapadores del 25 Regimiento de Granaderos Panzer de las SS, que había estado a cargo de su defensa, resultó totalmente destruida.

Granaderos-2

La brava compañía de ingenieros, al mando del Obersturmführer Werner, había sido aniquilada. Al único miembro de la compañía que volví a ver fue a un mensajero. Los zapadores murieron en sus posiciones.
Tras una serie avances y retiradas efectuadas en el transcurso de los combates se perdieron Authie y Franqueville. Durante un contraataque inmediato el comandante del III Batallón del 1º Regimiento de Granaderos Panzer de las SS, el Obersturmführer Weidenhaupt, resultó herido. El resto del batallón logró detener el ataque enemigo al norte de Ardenne.
La situación de la división era extremadamente seria. Los tres batallones del 25 Regimiento estaban a su suerte, casi cercados y luchando encarnizadamente en [Rue de] Mâlon, Galmanche y Buron. Las comunicaciones telefónicas habían sido destruidas. El único medio para comunicarse era la radio. El frente de la división estaba estirado hasta casi el punto de ruptura; ya no había más reservas. Solo los quince Panther de la compañía de Ribbentrop se encontraban en la contra ladera, al norte de la población….

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La frase de Kurt Meyer que nos inspiró la portada de Granaderos

GRANADEROS – PANZERMEYER (página 315): «Unas semanas antes habían marchado a la guerra con caras frescas y resplandecientes. En este momento, los cascos de acero de camuflaje llenos de barro proyectaban una sombra sobre sus demacrados rostros, cuyos ojos miraban, muy a menudo, como ausentes».

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Esta frase de Kurt Meyer durante los combates por Caen en la batalla de Normandía nos inspiró la portada del libro.

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La impotencia de los carristas británicos ante los Panzer III y IV en el desierto

Los nuevos carristas británicos necesitaban con urgencia una nueva máquina de combate. El teniente Stuart Hamilton se tomaba a broma el nuevo carro Valentine de silueta baja. Tenía tres pulgadas y media (88,9 mm) de protección, pero estaba «miserablemente armado con una lamentable escopeta de feria de 2 libras y una ametralladora Besa».

Tank Men P-3

Los carristas británicos se habían dado ya cuenta de que era «condenadamente inútil» contra el cañón largo de 50mm del Panzer III y contra el poderoso cañón largo de 75mm del Panzer IV. Tan temible era este último que las tripulaciones alemanas ocultaban su silueta conduciendo con el cañón abatido todo lo posible sobre la parte frontal del carro, para así atraer a los británicos a distancia de tiro.

Las tripulaciones británicas se sentían expuestas en sus vulnerables carros. Hamilton lo resumió diciendo que» en realidad era como ser un peso ligero en el cuadrilátero luchando contra un peso pesado». Los carros alemanes eran 16 kilómetros por hora más rápidos y tenían tripulaciones de 5 hombres contra los 3 o 4 de los británicos…

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