La denominada Operación Militar Especial, lanzada por Rusia en febrero de 2022 para intentar hacer caer el gobierno y a las instituciones de Ucrania mediante un golpe de mano, acabó en fracaso. Desde entonces, Ucrania ha conseguido resistir gracias al apoyo financiero y militar de sus aliados occidentales.
«Inspirado por los dramáticos acontecimientos que sacudieron el mundo en 1991 (disolución del Pacto de Varsovia, caída del Muro de Berlín y de la Unión Soviética), Francis Fukuyama, analista norteamericano, publicó en 1991 un ensayo tittulado El fin de la Historia y el último hombre. Sostenía su autor que con el final de la Guerra Fría se ponía punto y final a la lucha ideológica entre Estados Unidos y la URSS a lo largo del siglo XX. En adelante, según Fukuyama, la lucha entre estas dos potencias nucleares se centraría en la economía y en el progreso de la ciencia más que en los conflictos armados. Desgraciadamente, este prestigioso analista de origen japonés se equivocó». Francisco Gámez
La malograda Operación ha derivado nuevamente en una «guerra clásica» en Europa con frentes estancados, guerra de trincheras e intensos combates urbanos. La diferencia con épocas pasadas la marca el tipo de armamento empleado y la extensión del conflicto más allá del propio campo de batalla. La guerra de la propaganda y de la desinformación, y el uso del ciberespacio y del espacio son otras derivadas que están marcando el devenir de los acontecimientos en la contienda. Los ataques de «falsa bandera», las medidas activas sumidas en la incertidumbre, como las explosiones del gaseoducto Nord Stream, el hundimiento del crucero ruso Moskva y la guerra en el mar, o el empleo de armamento moderno, como sistemas antiaéreos o contracarro, y la prueba de armas y doctrina de última generación, como los drones aéreos y marítimos, están aportando otras aristas al conflicto que lo hacen aún más intrincado. Por no hablar de la permanente amenaza de una escalada nuclear.
El actual orden de seguridad europeo se basa en un equilibrio de poder y en el consenso sobre el respeto mutuo entre los estados alcanzado en el Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE) al término de la Guerra Fría. Durante la década de 1990, la Unión Europea y la OTAN incorporaron de forma gradual en sus respectivas organizaciones a países que habían sido antiguos satélites de la Unión Soviética y miembros del Pacto de Varsovia. Hasta qué punto han podido contribuir estos movimientos geopolíticos a que Rusia se sienta amenazada y si es ello razón suficiente para iniciar una guerra de agresión contra otro país, en este caso Ucrania, son cuestiones candentes necesitadas de análisis sereno y de respuestas.
En este libro, Paco Gámez, un experto en el mundo de la seguridad y la defensa internacional, arroja luz con un análisis profundo y transversal de los movimientos geopolíticos mundiales y regionales, propios del conflicto ucraniano, desencadenados desde que Rusia lanzó su Operación Militar Especial.
ÍNDICE:
FICHA DEL LIBRO:
Tamaño: 15×23 cm.
Nº de páginas: 260
Incluye un pliego de 12 páginas con fotografías a color.
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
ISBN: 9788412676372
Año edición: 2024
Precio: 22€
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Cuando se cumplen dos años del inicio de la invasión de Ucrania, los días previos a la misma, a pesar de que los dirigentes rusos insistían en que solo estaban de maniobras ya había indicios de la tormenta que se avecinaba. Este informe realizado el 15 de febrero, una semana antes de la invasión, ya predecía lo que ocurriría con bastante exactitud.
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